miércoles, 30 de noviembre de 2011

Leyenda de granada

El hospital de Bertha

La alemana Bertha Wihelmi decidió dedicar su vida a los demás luchando contra la tuberculosis tras que su hermano falleciera de está enfermedad,  que por aquella época era  incurable. Los infectados por esta enfermedad eran tratados a tiempo, disfrutaban de una muerte digna hasta el final. Aquel triste suceso marcaría para siempre a la alemana. Con la intención de prestar auxilio a aquellos que sufrieran con la enfermedad que se había llevado a su hermano a la tumba, se instaló en Alfacar. En este hermoso rincón de la geografía española construyó un sanatorio, obra en la que empleó todos sus ahorros. El enclave, rodeado de bosques, sería el lugar perfecto para la recuperación, aunque tan sólo fuese por poco tiempo, de los pacientes. Los granadinos acogieron con entusiasmo la inauguración del hospital y la prensa de la época elogió ampliamente la iniciativa. Pronto sus instalaciones estuvieron repletas de afectados, que disfrutaron de las bondades de Bertha y sus enfermeros. Sin embargo, de la noche a la mañana sucedió algo extraño y el hospital fue clausurado. Los enfermos se vieron obligados a desalojar el centro, el cual desde entonces permanece en un lamentable estado de abandono. Cuenta la leyenda popular que Bertha no pudo soportar por más tiempo la ausencia de su hermano y se suicidó en una de las habitaciones del sanatorio, posiblemente ahorcada. Otras versiones, quizá más realistas, apuntan que su fallecimiento estuvo provocado por un derrame cerebral. El caso es que tras la desaparición de Bertha nadie continuó con la obra de la buena mujer. Hoy en día el antiguo hospital es poco más que unos muros viejos, decrépitos y destrozados, que tan sólo nos permiten imaginar la estructura de lo que en su momento fue un edificio que colmó de esperanzas a enfermos condenados a morir. A partir de entonces, si atendemos a las declaraciones de diferentes testigos, entre las paredes del hospital continúan habitando “presencias invisibles”.
Continuará… 
Dayana y Alejandra

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