miércoles, 26 de octubre de 2011

Historias de miedo
  
-Primera historia:
Unos jóvenes se habían reunido para hacer espiritismo y habían adecuado la habitación para hacerlo todo más terrorífico. Les quedó bien, iluminada tan solo por las velas encendidas, los chicos se pusieron a practicar la guija y durante un rato se estuvieron divirtiendo. Alguien les contestaba. Entonces uno de los chicos empezó a hacer cosas raras, y todos dirigieron sus miradas hacia él. Solo un chico alzó su rostro y vio algo más, algo que los demás no vieron. Dos fuertes manos le aprisionaban la garganta al chico y apretaban y apretaban. La víctima abría la boca y buscaba aire, pero nadie sabía como ayudarle, tenían mucho miedo.
     Al final, ocurrió lo inesperado. La víctima se soltó de las manos y corrió en dirección a la puerta. Nadie supo nada más de aquel joven.

Segunda historia
1965*

Era una fría mañana de invierno, yo estaba sentada en un banco al lado de un espléndido lago, el frío me daba en la cara, tenía los labios de un leve color morado y mis manos estaban congeladas, esperaba quieta y acurrucada en la esquina del banco hasta que viniera una amiga. Estaba tardando demasiado, viendo que no venía cogí la mochila y caminé hasta el bosque que había detrás del lago.
Por el camino se escuchaba el canto de los pájaros de madrugada, el crujido del pisar esas hojas secas y ramas escuálidas. No tenía muchas ganas de ir al colegio por lo que decidí quedarme allí durante la mañana. Andaba y andaba pensando en cosas que no se ha que venían en ese momento cuando me di cuenta de que no sabía donde estaba. Miré de un lado hacia el otro, solo había árboles esqueléticos y el sonido del viento soplar. Empezó un hormigueo a recorrerme todo el cuerpo, me sentía sola en medio de la nada, se escuchaba las hojas correr de salto en salto rozando contra mí. El miedo empezó a invadirme, intenté caminar de vuelta exactamente por donde había venido, pero a las horas solo supe que estaba caminando en círculos, sin dirección alguna.
No tenía rumbo, no sabía volver, en ese instante elegí seguir caminando hasta encontrar algo, no podía haber simplemente nada, algo tendría que haber.

Pasaron horas , mire el reloj, las seis y media de la tarde, llevaba mas de 6 horas en ese bosque polar , sin comer , sin beber , me estaba volviendo loca , pensé que toda mi vida había acabado.
Busqué en mi mochila algo afilado, algo que cortara. Encontré mi espejo de color rosa y lo tiré fuertemente contra el tronco de un árbol

CRACK!
El espejo se había roto, cogí un trozo resquebrajado, lo puse sobre mi muñeca y lo clave deslizándolo fuertemente.
Ni siquiera me dolía, la sangre empezaba a correr sobre mi muñeca cayendo lentamente a las hojas secas del suelo, me estaba empezando a marear….
Caí al suelo, estaba aún consciente de lo que pasaba, las hojas se inundaban de sangre y yo empezaba a quedarme como dormida. Poco a poco cerré los ojos y dejé de sentir.


* * *

1987*

Nadie se acordaba de esa niña, todo el mundo creía que era una estúpida leyenda de niños pequeños para asustar a la gente en halloween. Pero al parecer estaban equivocados.

Juliet era una niña pelirroja con el pelo ondulado, bastante largo, tenía el pelo brillante, suave y reluciente, era una niña muy limpia, sus ojos eran bastante raros, uno de ellos lo tenía grisáceo muy claro y el otro lo tenía azul aguamarina con tonos verdes. Su piel era blanca como la nieve, lisa, sin imperfecciones, parecía una muñeca de porcelana.

Era la noche de halloween, todas las niñas y niños del pequeño pueblo estaban ilusionados por pasar una noche de terror. Julieta propuso a todo su grupo de amigos, ir de nocturna por el bosque, a ella le encantaba pasar miedo, quería sentir todo el terror posible por una noche.
Sus amigos no estaban muy de acuerdo a eso, pero al final Juliet los convenció y quedaron a las 21:30 en el banco del lago.

21:32...*

Todos habían llegado, parecían ilusionados con la excursión nocturna, aunque ellos sabían perfectamente la leyenda que contaba aquel bosque. Empezaron a caminar y e adentraron en el. Hacía bastante más frío allí dentro.

Estaban con las risas y bromas típicas de adolescentes de 15 años, estaban haciendo demasiado ruido allí, ellos empezaron a andar y andar y llegaron a una explanada dentro del bosque, hicieron una hoguera con precaución y decidieron quedarse allí la noche de acampada.

Juliet después de hacer cenado todos, dijo de ir al embarcadero del lago porque nunca había estado allí, y todos anduvieron en esa dirección, aunque ninguno sabía el camino por el cual ir.

Perdidos, estaban perdidos.

Dos niñas empezaron a llorar pero al tiempo se dieron cuenta que no podían hacer nada...
Estaban aterrorizados andando hacia el embarcadero, por fin lo encontraron, y vieron una pequeña barca en la que cabían justos. Pensaron que al subirse en la barca verían el camino de regreso mejor y se subieron y empezaron a remar, se dieron cuenta que el lago era inmenso oscuro, sin movimiento, triste y horroroso….
De repente algo se escuchó, algo se movió dentro del lago, algo grande y poderoso, se movió la barca, el miedo estaba gravado en las caras de esos inocentes niños...
Se movió la barca de nuevo, tan fuerte que volcó al agua y los niños cayeron, algo había que los cogia e intentaba hundirlos en el agua, hasta dejarlos sin respiración alguna.
Intentaba nadar hacia la orilla pero se volvían a hundir lentamente hasta acabar con sus vidas.
Todos estaban ahogados, ninguno había podido sobrevivir ante aquel fenómeno paranormal, no había explicación alguna…

1990.*

Todo se había tranquilizado en esos años, ya nadie se acordaba de esos pobres niños sin vida que habían sufrido tanto sin tener la culpa de nada.
En ese mismo año se abrió una investigación para averiguar que paso con ellos, la gente los daba por desaparecidos…
Un policía fue a investigar sobre el caso al lago, y al entrar noto con el ambiente estaba cargado, pesaba el aire y no podía respirar bien, aun así el investigando, hasta encontrar el embarcadero, a lo lejos vio algo en el agua, y fue acercándose por la orilla hasta esas cosas desconocidas que flotaban .Eran los niños, los niños muertos flotando que aun pasados los años no se habían descompuesto, estaban como nuevos, como recién ahogados. Se asustó y salio corriendo adentrándose al bosque. Siguió caminando y caminando sin encontrar fin, cuando por fin vio a una persona sentada en un banco, una niña con uniforme escolar, empezaba a hacer mucho frío, aunque era mayo, empezó a correr el viento y a caer pequeños copos de nieve cada vez que se acercaba más a la niña.
Una niña preciosa que esperaba a alguien quieta y acurrucada en la esquina del banco, sin movimiento alguno, tenia las manos rojas y los labios un poco morados, como si se estuviera congelando del frío, la vio coger su mochila e irse adentrándose al bosque cuando vio que se estaba matando a si misma y ahogando a esos niños que parecían muertos.
El policía ya recordó todo, aquella niña que se perdió y no se supo nada de ella, aquella niña que hace mucho tiempo desapareció una mañana.
Supo que algo pasó que su espíritu se estaba vengando de lo que vio y que no pararía hasta encontrar quien mato a su amiga.
Al instante alguien le agarro la garganta lo dejo sin respiración, cayo al suelo y de nuevo nadie se acordó de el…

Cuenta la leyenda que quien entra a ese bosque nadie sale vivo de allí, solo es una leyenda pero quien sabe…. Podéis comprobarlo por vosotros mismos. Vivir para contarlo.

Historias de Miedo hechas por : Maria, Marina, Carolina Y Olga.

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